Desde Vivir en Montequinto no hemos querido dejar pasar este martes sin conmemorar el Día Mundial de esta enfermedad que se encuentra recogida desde 1992 por la Organización Mundial de la Salud.
Reconocida como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya en el año 1992, la fibromialgia es un síndrome clínico de origen desconocido caracterizado por la presentación de dolor crónico generalizado del aparato locomotor, lo que conlleva una disminución significativa de la calidad de vida de los afectados.
Es más; la fibromialgia, que afecta principalmente a la población joven –el inicio de la sintomatología suele presentarse entre los 20 y los 40 años de edad– también puede cursar con otros síntomas, caso de la fatiga intensa, las alteraciones del sueño, la ansiedad y la depresión, la rigidez matutina o las cefaleas. Concretamente, y por lo que respecta al caso específico de nuestro país, la fibromialgia afecta a un 2-3% de la población, muy especialmente las mujeres, en las que la prevalencia podría elevarse a un 3-6%.
Y en este contexto, debe tenerse asimismo presente que el síndrome de fatiga crónica (SFC) no es un trastorno psicológico, sino una enfermedad biológica caracterizada por la presentación de patrones inmunológicos específicos, tal y como ya demostró un estudio publicado en la revista ‘Science Advances’.
La fecha escogida para la celebración de la efeméride –el 12 de mayo– conmemora el nacimiento, en el año 1820, de Florence Nightingale, considerada una de las pioneras de la enfermería moderna.
Mayor prevalencia en mujeres
En nuestro país, la fibromialgia afecta a un 2-3% de la población, muy especialmente las mujeres, en las que la prevalencia podría elevarse a un 3-6%.
De hecho, la fibromialgia se corresponde en la actualidad con la segunda causa de consulta en los servicios de Reumatología. Sin embargo, como apunta la Sociedad Española de Neurología (SEN), “cada vez es más común que personas que padecen cuadros de fibromialgia se deriven a los servicios de Neurología; y es que se trata de una enfermedad que suele llevar asociada el padecimiento de migraña u otro tipo de cefaleas en, cuando menos, el 80% de los casos. Todo ello sin olvidar los trastornos del sueño –que padece un 93% de los afectados– o los problemas de memoria (89%), ya que se cree que está producida por cambios funcionales en el sistema nervioso central de los pacientes”.
No es fácil imaginar la idea de estar cansado, con dolor corporal generalizado, estado de ánimo depresivo, dificultad para dormir, hormigueos y calambres musculares, durante días o semanas, y mucho menos durante meses o años.La incidencia de la fibromialgia (FM) no resulta fácil de concretar, sin embargo recogiendo resultados de las publicaciones internacionales más relevantes, la estimación global se sitúa entre el 1.5 y el 5% de la población mundial.
La incidencia de dolores musculares característicos de la FM, son reconocidos desde hace siglos, aunque fue en la década de 1970 cuando la enfermedad comenzó a recibir una atención seria, ya que los médicos aprendieron a identificar los puntos gatillo y algunos de los síntomas acompañantes. La Asociación Médica de los Estados Unidos, reconoció la FM como enfermedad en 1987.
Al solapamiento que acompaña al dolor, especialmente la fatiga debilitante, se suman otras muchas manifestaciones que complican y retrasan su identificación. De ahí el peregrinaje de muchos pacientes por distintos especialistas hasta diagnosticarla.
Por otra parte, no existen pruebas analíticas o de Rayos X que certifiquen la enfermedad, ni estudios específicos. Por ello, algunos expertos cuestionan si el dolor del paciente es real, incluso por las personas del entorno próximo.
Enfermedad “fantasma”
Compañeros de trabajo, amigos y familiares, pueden tener dificultades para entender los síntomas. No está bien comprendida la causa de la FM. Sabemos que las personas que la padecen tienen defectos de comunicación entre el cuerpo y el cerebro. Estos cambios pueden haber inducido modificaciones en la interpretación de las sensaciones dolorosas que, no pasan de ser ligeras molestias para las personas sin la enfermedad.
Los investigadores han encontrado varios genes que pueden propiciar el riesgo de padecer la enfermedad. Los acontecimientos y circunstancias estresantes de la vida también pueden condicionar su aparición.Más de un millón de españoles sufre Fibromialgia. No se trata de una enfermedad progresiva que empeore con el tiempo, no obstante, se modifica e incluso puede mejorar. Nunca resulta fatal y no va a dañar las articulaciones, músculos u órganos internos.
No existe una fórmula magistral para el tratamiento de ésta enfermedad “fantasma”, que no se atreve a dar la cara por miedo a que desvelemos sus secretos y la podamos combatir eficazmente.
Una dolencia que, sin embargo, no es óbice para que los afectados sigan luchando e intentando sobrellevar lo mejor que pueden sus vidas.