Existe un estrecho vínculo entre la calidad y cantidad de nutrientes que consumimos y el correcto funcionamiento del sistema nervioso, sede de las funciones intelectuales, sensoriales, motoras y de aprendizaje.
Los niños y ancianos son los más vulnerables a desequilibrios nutricionales, teniendo especial importancia las deficiencias leves o subclínicas, pues pasan desapercibidas al no causar síntomas físicos carenciales pero pudiendo afectar al sistema nervioso.
Un reciente estudio relaciona el consumo de fármacos inhibidores de ácido gástrico (Omeoprazol, Esomeprazol, Lansoprazol…), durante 2 o más años, con deficiencia de Vit. B12. Dicho déficit influye en el sistema nervioso, dificultando la concentración, creando confusión, cambio de estado mental, depresión…y a largo plazo puede producir daño neurológico.
Como concluye dicho estudio, hay que tener en cuenta los beneficios y desventajas que conlleva el dejar dichos medicamentos o mantenerlos. En cualquier caso, la alimentación toma aún más un papel fundamental para el correcto funcionamiento del cerebro:
Glucosa: un nivel mantenido de 80 a 120 mg/dL, a partir de H.C. complejos (arroz, pasta, patata…). Una glucemia por debajo de 50 mg/dL provoca alteraciones en las funciones cerebrales, produciendo pérdidas de conciencia e incluso coma. En un ayuno prolongado se puede obtener energía de la oxidación de cuerpos cetónicos pero en un porcentaje muy pequeño.
Mantener la colesterolemia por debajo de 200 mg/dL y reducir el consumo de grasas saturadas. Niveles altos de colesterol provocan riesgos de ataques cerebrales, Alzeimer
Muy importante es proporcionar un consumo de ácido grasos esenciales: DHA, Omega 6 y Omega 3. Alimentos como aceite de oliva, de girasol y el pescado azul proporcionan estos nutrientes, que intervienen en la fluidez de las membranas celulares, la correcta función cerebral así como la mejora de capacidades mentales a corto plazo.
Procurar cubrir las necesidades de Vitaminas del tipo B: Folato, tiamina (B1), niacina (B3), piridoxina (B6) y cobalamina (B12) ya que su deficiencia se asocia con síntomas de desordenes mentales como irritabilidad, confusión mental, pobre concentración, letargo y depresión. Además de provocar un aumento de homocisteína (que afecta a los vasos sanguíneos del cerebro). Tomar al menos 5 raciones de frutas y verduras, ricos en antioxidantes, sobre todo aquellos de color intenso debido a su mayor contenido en polifenoles, consumir preferentemente crudos debido a la solubilización de los mismos en el agua de cocción.
Mantener una adecuada ingesta de proteínas (lácteos, pescado, carne, huevo) necesarios para la síntesis de neurotransmisores: serotonina, acetilcolina, dopamina, noradrenalina, adrenalina. Los citados, son importantes para mantener la concentración, la memoria, aprendizaje, buen humor, motivación, deseo sexual, estado de alerta, sociabilidad, control de uno mismo, paciencia, calma, sensibilidad frente a señales emocionales
Los metales pesados interfieren en la absorción de ciertos nutrientes. Evitar la exposición a metales pesados difícilmente puede evitarse, pues están presentes en el medio ambiente de manera natural o por la acción del hombre. Aunque sí puede minimizarse, intentando que productores y demás personal técnico reduzcan en lo posible y razonable su entrada en la cadena alimentaria.
Un consumo moderado de alcohol ejercería su acción elevando los niveles de HDL al tiempo que reduce agentes como el fibrinógeno y otras moléculas que favorecen la formación de coágulos. De esta forma se protege la circulación cerebral, siempre y cuando no se superen los 15 g/día. Preferiblemente que sea por consumo de vino tinto. Pero cuidado, su consumo excesivo y continuado es problemático, provocando déficit de Vit B1 y entre varios de sus síntomas, la amnesia.
Una vida sedentaria, presión arterial alta, desnutrición, exceso de grasa, depresión o enfermedades crónicas interfieren también en el correcto funcionamiento cerebral. Con una correcta alimentación ayudas a mejorar tu aspecto exterior, pero aún más importante es el bien que provocas en cada uno de tus órganos internos. CUIDATE