El pasado domingo 2 de octubre 17 socios y socias de Señal y Camino visitaron la ciudad de Ronda e hicieron una bonita ruta por los molinos del Tajo, una ruta de senderismo de 8 kms. y 250 m. de desnivel.
Volver a Ronda siempre es agradable, una ciudad acogedora, animada y con tanta historia merece ser visitada. La ruta que emprendieron nuestros senderistas se inicia en las afueras de la ciudad rondeña, en unos aparcamientos de la plaza de Pruna, en la barriada Doctor Vázquez. Empezaron a caminar en bajada por un bosque de pinos, siguiendo un bonito sendero paralelo a la pista. Desde allí, la vista es magnífica; se divisa la ciudad de Ronda asentada sobre el majestuoso Tajo, las huertas que jalonan el camino por donde bajarán, la central eléctrica y en la parte más alta, más a la derecha, la Ermita Nuestra señora de la Cabeza, cuya romería se celebra el segundo domingo de junio. La mañana se anunciaba fresquita, pero pronto el sol calentó el ambiente y los corazones de los participantes. Al llegar a la central eléctrica, se encontraron con el río Guadalevín que corre entre los cortados de la Hoya del Tajo, donde proliferan los huertos regados por las acequias, herencia de la cultura árabe. Después de subir al mirador de la Hoya del Tajo se hicieron dos grupos: uno de ellos subió al siguiente mirador y el otro bajó para subir de forma más progresiva. Desde la Hoya del Tajo hacia arriba llegaron a otro mirador donde se contempla más de cerca el Puente Nuevo y la cascada de 35 metros, donde algunos intrépidos barranquistas estaban haciendo rápeles. Pasando el arco siguieron el sendero que llega hasta la acequia, pero no pudieron llegar hasta abajo como se hacía hace pocos años. Desde esa parte se accede a una vía ferrata de poca dificultad, para iniciarse. Volvieron al mirador y subieron por un camino empedrado hasta el mismo puente. Ya en la ciudad, se unieron los dos grupos y recorrieron los numerosos miradores, deleitándose con las formas caprichosas de las piedras erosionadas. ¡Y pensar que hace miles de años, aquello estaba bajo el mar! Numerosos músicos callejeros amenizaban el paseo, consiguiendo que más de uno de los participantes improvisara unos pasos de baile.
Cerca del cenador, en un pequeño parque, nuestros senderistas se tomaron el bocadillo entre risas y amenas conversaciones. La vuelta se hizo por los miradores y luego cruzando el parque de la Alameda tomaron café en una terraza. Finalmente, se dirigieron al punto de partida, guardando en la retina imágenes inolvidables de esta preciosa ciudad y su entorno.
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Página web: www.senalycamino.es
Seguro para un día de prueba: 5 euros.
