Hasta principios del siglo XX no se consiguieron los mayores logros, en cuanto al reconocimiento de nuestros derechos, siempre con el sacrificio y la lucha de numerosas mujeres que no han querido conformarse. Cabe destacar que antes de que se instaurara el 8 de Marzo como «Día Internacional de La Mujer» desde el año 1909 ya se venían celebrado otros eventos similares en casi todos los países desarrollados aunque dichas celebraciones fueran de carácter nacional.
El «Día Internacional de la Mujer Trabajadora» se celebró por primera vez el 19 de Marzo con mítines en varios países europeos a los que asistieron más de un millón de personas, que exigieron para las mujeres el derecho de voto, el de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
Pero sucedió un desgraciado incidente el que causo un verdadero punto de inflexión, removiendo las conciencias de casi todos los gobiernos, el que un grupo de trabajadoras de Nueva York, haciéndose eco de las manifestaciones y concentraciones que estaban teniendo lugar en Europa, se amotinaron en la fabrica en la que trabajaban pidiendo una reforma laboral que mejorara sus condiciones de trabajo.
El incendio en la fabrica textil Triangle Shirtwaist en Nueva York
El 25 de Marzo de 1911 las costureras, exigiendo un trato digno como trabajadoras, se encerraron en la fábrica de camisas para hacer firme su protesta y acordaron no salir del edificio hasta no arrancar un compromiso de mejoras laborales por parte, tanto del empresario como de los legisladores. Los responsables de la fábrica habían cerrado todas las puertas de las escaleras así como las salidas, y aunque esta era una práctica común para evitar y reprimir movimientos obreros, la tragedia se cernió sobre la ciudad del Nueva York, cuando al no cesar estas trabajadoras en su amotinamiento, el empresario decidió prender fuego a su fabrica.
Ante a la imposibilidad de salir del edificio en llamas alrededor de 23 trabajadoras saltaron desde los pisos octavo, noveno y décimo a la calle, mientras el fuego devoraba a otras 123 mujeres, finalmente el incendio de cobro la vida de un total de 146 mujeres y 23 hombres, mientras que 71 resultaron heridas. La mayoría de las víctimas eran jóvenes mujeres inmigrantes de origen judío e italiano de entre catorce y veintitrés años de edad.
La magnitud de los acontecimientos llego a convertir el incendio de la fabrica de camisas en el desastre industrial más mortífero en la historia de la ciudad de Nueva York y el cuarto en el número de muertes en la historia de Estados Unidos.
Aun así, no fue del todo en vano y la desgraciada muerte de estas mujeres obligó a importantes cambios legislativos en las «Normas de Seguridad y Salud en el Trabajo» y fue el detonante de la creación del importante «Sindicato internacional de mujeres trabajadoras».
Prosiguiendo con la historia de la lucha de la mujer, tras el éxito de los primeros encuentros que comenzaron en 1910 en Copenhague más países fueron sumándose a la manifestación pública sobretodo tras lo sucedido en Nueva York. A lo largo de los siguientes años, en Europa se llevaron a cabo mítines de apoyo a la mujer, en fechas cercanas al 8 de marzo, hasta que por fin en 1920 en Estados Unidos se logra la aprobación de la Decimonovena Enmienda de la Constitución Estadounidense por la que se otorga a las mujeres el derecho al voto en este país.
Otro hecho importante es la adhesión a la defensa de la mujer y de sus derechos de las Naciones Unidas desde que en 1945 se firmó en San Francisco una carta que constituye el primer acuerdo internacional que defiende la igualdad de ambos sexos como derecho fundamental e indiscutible. Y actuando en consecuencia desde entonces las Naciones Unidas han tomado innumerables medidas en diferentes campos con el fin de lograr que lo escrito en aquella carta se vea algún día plasmado en la realidad. Fue también Naciones Unidas la que en 1975, unifica la conmemoración del día de la mujer el 8 de marzo para todos los países al unisono, ya que hasta la fecha se celebraba en días distintos en cada lugar, aunque todos los países lo celebraban en marzo, pero… ¿Por que se escogió, precisamente el día 8 de Marzo?
Fue un 8 de Marzo de 1917 cuando en Rusia y a consecuencia de la escasez de alimentos, las mujeres se volvieron a amotinar, acontecimiento que marco el comienzo de la «Revolución Rusa» teniendo como consecuencia la caída del Zar y el establecimiento de un gobierno provisional que por primera vez en Europa, concedió a la mujer el derecho al voto. Por la relevancia de este hecho y sobretodo porque fueron las mujeres las que lo llevaron a cabo es por lo que se instauro definitivamente este día 8 de Marzo como el «Día Internacional de la Mujer».
La situación de la mujer ha evolucionado de manera vertiginosa desde que aquel millón de mujeres se reunieran el 19 de marzo de 1911 para reivindicar públicamente lo que por naturaleza les correspondía, pero no debemos olvidar que un siglo después aun hay objetivos que no se han logrado, como la no discriminación de la mujer, en ninguna parte del mundo. Es por esto que no debemos relajarnos ni conformarnos, especialmente este día.
Debemos ser inconformistas aun y recordar que esta es nuestra causa, y que ningún organismo oficial va a defenderla con más energía que nosotras mismas. Podemos hacerlo, podemos alzar la voz, por la que quedan aun por defender, sobre todo recordando que lo tenemos mucho más fácil actualmente ya que otras han superado muchas mas dificultades a lo largo de la historia y aun así, lo hicieron por nosotras.
A todas aquellas que murieron por conseguir los derechos que nos protegen hoy en día, les debemos el seguir luchando por las mujeres que aun nos disfrutan de los mismos derechos.
Recordad, que ellas no sacrificaron sus vidas para que la lucha se acabara en una pocas, si no para que todas y cada una de las mujeres que pueblan la tierra sean merecedoras de la dignidad de ser persona, y mientras sigan muriendo mujeres hacinadas en fabricas que se derrumban, como paso en abril del año pasado donde murieron mas de 400 mujeres en una fabrica textil de Bangladesh (catástrofe que se acallo tan solo un mes después), no podemos relajarnos ni mirar para otro lado, no podemos ni debemos consentir tanta discriminación y no podemos ni debemos consentir que una niña de 16 años como Malala, luche sola por su derecho a la educación y la tiroteen por ello mientras nosotras nos conformamos un día como hoy, con un ramo de flores y una tarde con amigas.
Debería ser el día en el que la defensa de los derechos de la mujer es lo que cuenta y en el que debemos reivindicar dichos derechos públicamente con más fuerza que nunca, por aquellas que aun nos necesitan. La lucha no ha terminado aun.
