El pasado domingo 8 de Junio los socios de Fotoquinto disfrutaron de la quedada al Mariposario de Benalmádena, la cual llevaba cocinándose a fuego lento, con cariño y dedicación ya algún tiempo. Ésta era especial, tal vez no por el lugar, al fin y al cabo, sólo eran mariposas, pero sería la primera en bus, un autobús que nos reuniría a todos conviviendo durante kilómetros, además, estrenaríamos nuestra equipación oficial, nuestras camisetas, que hasta el mismo día mantendríamos en secreto su diseño. De algún modo, era nuestra confirmación de ser algo grande, algo importante, real.
La salida estaba programada temprana, pero allí estábamos todos, puntuales, algunos con apenas algunas horas de sueño, pero con la ilusión de empezar nuestra excursión. Esa impaciencia y nerviosismo nos hizo apresurarnos a nuestro autobús, cuando, de repente, descubrimos que en aquél vehículo, no cabríamos todos. Pero no os preocupéis, no cundió el pánico, o puede que sí, sólo por un breve instante, pues enseguida, tras un par de llamadas todo quedó solucionado, y cual críos traviesos nos subimos apretados a aquel pequeño bus dispuestos a recoger rápido y veloz uno de nuestra talla.
En apenas unos minutos, ya estábamos, ahora sí, en nuestro autobús, y con el mismo entusiasmo proseguimos hacia nuestro destino entre risas, bromas, palabras en micro, y tras la parada para el desayuno, ya estábamos calentando motores, totalmente despiertos, dispuesto a cazar con nuestras cámaras aquellas mariposas de colores.
Y por fin, Benalmádena y su Mariposario, en cuanto llegamos, tras una breve explicación de qué nos rodearía y como deberíamos actuar con nuestras amigas mariposas, nos repartimos por el lugar y comenzamos a hacer eso que más nos gusta, fotografiar. Una tras otra se iban sumando a nuestras tarjetas de memorias, y entre tantas mariposas, algún que otro compañero en plena acción, momentos de compañerismo, unas grandes iguanas y un canguro que a punto estuvo de ser adoptado como mascota de la asociación.