Agentes de la Policía Nacional han detenido a un total de ocho personas que formaban un
grupo criminal dedicado a los robos en trasteros de distintos inmuebles ubicados en Montequinto.
Los detenidos cometían los robos con un perfecto reparto de tareas entre sus miembros realizando cada uno de ellos distintas funciones como vigilancias, fracturas de puertas, transporte y distribución de la mercancía sustraída en el mercado ilícito.
Tres de los detenidos eran menores de edad
El modus operandi empleado por los delincuentes hizo sospechar a los agentes que pese a encontrarse ante un grupo delictivo que se había especializado en este tipo de delitos, sus integrantes, o al menos los ejecutores directos de los robos no contaban con experiencia delictiva previa dado sobretodo el tosco uso de las herramientas para fracturar las puertas de los trasteros y para acceder a los objetos.
Ante las primeras pesquisas realizadas en torno a los robos de los que se tuvo conocimiento, los agentes establecieron un dispositivo a fin de detener in fraganti a los autores de estos robos dado que el área de actuación de los integrantes de este grupo delictivo se centraba en una misma zona que comprendía un grupo reducido de edificios.
De esta forma, se consiguió detener in fraganti en el interior del garaje de uno de estos inmuebles a dos menores en el momento en que se disponían a perpetrar uno de estos robos tras fracturar una puerta de un trastero.
Las gestiones realizadas tras la detención de estos menores llevó a los agentes a la localización y detención de un tercer menor que, junto con los otros dos detenidos, tenía en común que residían en los inmuebles donde se habían estado cometiendo los robos.
El cabecilla dirigía los robos y repartía las tareas entre los miembros
Dado que los hechos cometidos requerían de una mayor especialización de la que inicialmente podían aportar estos tres menores detenidos, los agentes iniciaron una investigación para localizar al resto de integrantes de este grupo delictivo encargados del resto de tareas necesarias para cometer los robos.
En el trascurso de esta línea investigativa los agentes consiguieron determinar que el grupo delictivo estaba dirigido por una única persona que residía en Sevilla capital, que contaba con antecedentes policiales previos, y que se encargaba de distribuir la tarea entre el resto de integrantes y de recibir el material sustraído para su posterior distribución.
Asimismo, fueron detenidos otros cuatro integrantes del grupo que se encargaban de las labores de vigilancia para alertar de la presencia policial o de algún vecino y de transportar los efectos sustraídos, en su mayoría bicicletas que el cabecilla se encargaba de colocar en el mercado negro para el posterior reparto de las ganancias entre todos ellos.
El papel de los menores de edad quedaba relegado a los meros ejecutores de los delitos aprovechando elconocimiento ideal que tenían de la zona al ser residentes de los inmuebles donde se cometieron la práctica totalidad de los robos y al conocer de primera mano cuales eran los potenciales objetivos entre sus vecinos.
Por su parte, el cabecilla fue detenido en su domicilio ubicado en el conocido barrio de La Oliva donde se realizaron dos registros domiciliarios, uno en la vivienda habitual del delincuente y otro en otra vivienda aledaña que el detenido había ocupado ilegalmente para ocultar los bienes sustraídos en los robos.
En el transcurso de los registros domiciliarios, los agentes incautaron varias bicicletas y diversos efectos sustraídos procedentes de distintos robos, así como una pistola de 9mm que el arrestado exhibía entre sus compinches para amedrentarlos.
La detención de estas ocho personas, las cuales ya fueron puestas a disposición de la Autoridad Judicial, ha permitido la desarticulación de un activo grupo delictivo que se estaba especializando en los robos con fuerza en trasteros y garajes y al que se le atribuye un total de 58 delitos cometidos en el municipio de Dos Hermanas.