Los arrestados, que fueron sorprendidos por los agentes con tres vehículos cargados con los tomates, tenían almacenes ilegales donde guardaban la mercancía hasta venderla de forma ambulante en el municipio nazareno y localidades aledañas
Agentes de la Policía Nacional han detenido tres miembros de la misma familia, dos hombres y una mujer, tras ser sorprendidos con tres vehículos cargados de tomates, que presuntamente habían robado en una finca de la localidad de Dos Hermanas (Sevilla). Los tres arrestados contaban con varios almacenes clandestinos donde almacenaban esta hortaliza, además de melones y sandías. Posteriormente vendían estos productos en mercadillos de la zona con el consecuente peligro para la salud pública, debido a que parte de ellos habían sido tratados con productos fitosanitarios y temporalmente no eran aptos para el consumo.
Llamada al 091 de un agricultor víctima de un robo
Un agricultor de la localidad sevillana de Dos Hermanas avisó a la Policía Nacional a través del 091, de que había sufrido un robo en su finca, donde tres personas le habían amenazado para llevarse varios cientos de kilos de tomates que cargaron en tres vehículos.
Con los datos aportados por el hortelano, los agentes que se encontraban patrullando la zona desplegaron un dispositivo para localizar los vehículos implicados en el robo, que permitió rápidamente la localización de los tres coches cargados con los tomates que acababan de sustraer. Los automóviles fueron interceptados y se detuvo a las tres personas que los conducían, todos ellos miembros de la misma familia.
La fruta intervenida, que iba a ser distribuida en los mercadillos de la localidad sevillana y de otras localidades cercanas, se había sometido en los últimos días a un tratamiento con fitosanitarios que la convertía en tóxica y no apta para el consumo por lo que su venta al público suponía un riesgo para la salud pública.
Desmantelados varios almacenes clandestinos de fruta
Tras los arrestos, los investigadores comprobaron que en el barrio de Dos Hermanas donde residían los detenidos, estos, junto con otros vecinos, habían construido de manera ilegal varios almacenes clandestinos donde almacenaban fruta procedente de robos en explotaciones agrícolas para posteriormente venderla de forma ambulante.
Dado que esta fruta tenía un origen ilícito y además la mayor parte de ella había sido tratada con productos tóxicos, se puso en marcha un dispositivo que se saldó con el desmantelamiento de estos almacenes ilegales y la intervención de más de 4 toneladas de tomates, sandías y melones no aptos para el consumo.
La operación, que aún continúa abierta a fin de esclarecer algunos robos cometidos en fincas de Dos Hermanas y localidades próximas, se ha llevado a cabo por agentes de la Brigada Local de Seguridad Ciudadana y del Grupo de Investigación de la Comisaría de Dos Hermanas y han contado con la colaboración del ayuntamiento y de la Policía Local del municipio nazareno.