Una alumna de Trabajo Social y una estudiante Erasmus hacen balance de su experiencia en los programas de voluntariado de la Universidad Pablo de Olavide
Macarena Vázquez Jara y Roxana-Stefana Cotofanu son dos de los más de 400 estudiantes que han participado en los programas de voluntariado de la Universidad Pablo de Olavide durante el curso académico 2016/17. El voluntariado, como una de las señas de identidad de esta institución, pretende la transformación social a través de formas participativas y solidarias para contribuir a la solución de algunos de los problemas planteados en las sociedades modernas. Más de cincuenta asociaciones, entidades y administraciones públicas colaboran con la UPO en proyectos como “Construyendo nuestra cultura y nuestro ocio”, talleres de ocio y tiempo libre para drogodependientes en rehabilitación; “Construyendo solidaridad”, acompañamiento a personas mayores en el Hospital Virgen del Rocío, que se ha incluido en una comisión de expertos del centro hospitalario; o “Juegos lúdicos-deportivos” en el Centro Penitenciario Sevilla I, que se ha abierto a otras disciplinas académicas como la rama social. Además de ello, el alojamiento compartido con personas mayores; las campañas de donación de sangre; las recogidas de alimentos, ropa y juguetes; la ayuda humanitaria; el apoyo escolar a niños y niñas en situación de riesgo social; y el apoyo terapéutico a personas con diversidad funcional son otras actividades, proyectos y programas de voluntariado en la Olavide.
La Línea 2 de actuación del Vicerrectorado de Cultura y Compromiso Social habla de “Consolidar la Universidad Pablo de Olavide como referente de participación y compromiso social. Conscientes del liderazgo que la universidad ha asumido en éstos ámbitos, continuar trabajando en esta línea articulándonos con las redes de Tercer Sector”. La Unidad de Cultura y Participación Social vertebra sus acciones en este ámbito a través de la Oficina de Voluntariado y Solidaridad, que cuenta con un programa propio de actividades ofreciendo información, formación e intervención con el objetivo de sensibilizar y concienciar a la comunidad universitaria respecto al voluntariado y la participación. Esta oficina es el punto de encuentro con asociaciones y ONGs que están dispuestas a incorporar a voluntarios universitarios.
Cuando se les cuestiona si van a repetir experiencia, la respuesta por parte de ambas es unísona: “Sí, claro”. Macarena Vázquez y Roxana Cotofanu han participado en el Programa de Acercamiento a la Acción Voluntaria. Esta iniciativa brinda la oportunidad de realizar tareas de voluntariado en distintas entidades sociales de la provincia de Sevilla con colectivos de temáticas muy variadas. Los estudiantes, además de formación, reciben el reconocimiento de hasta 6 créditos ECTS de libre disposición que son incorporados al expediente académico. La UPO también oferta el Programa de Voluntariado Internacional, mediante el cual se desarrollan iniciativas en red con instituciones como Naciones Unidas, la Comisión Europea y el Centro Europeo de Voluntariado.
Macarena es de Sevilla y estudia Trabajo Social en la UPO tras haber concluido Integración Social. Este curso, ha colaborado con la Asociación Solidarios para el Desarrollo por tercer año, ya que llevaba en esta entidad dos años antes de llegar a la Olavide. “Hacemos rutas por las calles del centro de Sevilla, El Pumarejo y Macarena. Nuestra misión es realizar labor de acompañamiento y sensibilización con las personas que están en la calle. Les ofrecemos algo de comida pero lo que quieren es que estemos con ellos y charlemos”, cuenta Macarena. Ella siempre tuvo claro que quería dedicarse a este colectivo desde que estudiaba Integración, así que cuando entró en la UPO y se enteró de que su asociación estaba en los programas de voluntariado, no se lo pensó dos veces.
“La experiencia te lo da todo porque se aprende mucho. Para mí, el voluntariado es algo vital porque lo llevo dentro como futura trabajadora social y los créditos son lo de menos. Me estoy formando y así estoy adquiriendo experiencia para trabajar con personas en situaciones vulnerables. A veces me parece que es poco, pero lo que hago llena a otras personas”, explica Macarena Vázquez sobre su labor con personas sin hogar.
Roxana es alumna Erasmus de Rumanía, estudia el Doble Grado en Trabajo Social y Sociología y ha colaborado en el proyecto con personas mayores “Construyendo Solidaridad”, en el Hospital Virgen del Rocío. Tras un semestre de estudios en la Universidad Pablo de Olavide, volverá a su país a finales de verano. “Aunque ha sido una experiencia muy dura, me ha resultado muy interesante y soy muy afortunada de haber podido participar en este proyecto. Yo empecé el voluntariado en Rumanía hace 10 años y cuando llegué a Sevilla, no tenía nada pensado a este respecto porque desconocía lo que me esperaba. Sin embargo, cuando en la primera reunión informativa me presentaron el programa de voluntariado, estuve tan encantada que no me importó si daban créditos o no”, comenta la estudiante. A Roxana se le quedó corta su labor en el hospital y también ha colaborado con Cruz Roja en los campamentos de inmigrantes rumanos que se encuentran a las afuera de la ciudad.
“La Universidad Pablo de Olavide ha sido mi mejor experiencia Erasmus porque he tenido la posibilidad de hacer lo que más me gusta, el voluntariado. Era la mejor opción posible para lo que yo estaba buscando, tanto para mis estudios como para las actividades de voluntariado. He estado en otras universidades con el programa Erasmus y puedo hacer la comparación”, cuenta Roxana Cotofanu.