Son conclusiones de una investigación de Fundación Ginemed y Universidad Pablo de Olavide publicadas en la Revista Iberoamericana de Fertilidad
Recibir apoyo psicológico en grupo de mujeres antes y durante los tratamientos de reproducción asistida mejora la calidad de vida, disminuye la tasa de abandono y podría influir positivamente en el logro del embarazo.
Esta ha sido la principal conclusión extraída de la investigación “Influencia del apoyo psicológico grupal en la calidad de vida, continuidad y tasas de embarazo, en tratamientos de fecundación in Vitro” publicada en la Revista Iberoamericana de Fertilidad y Reproducción Humana y desarrollada por Fundación Ginemed y la Universidad Pablo de Olavide, en la que ha participado la investigadora de la UPO Elizabeth Rodríguez Bies, del Departamento de Deporte e Informática.
Y es que, los avances científicos en la medicina reproductiva no solo se centran en mejorar la tasa de embarazo, sino que cada vez se profundiza más en la influencia de los factores psicológicos (estrés, ansiedad, impacto emocional…), que afectan a las pacientes antes, durante y después de los tratamientos y que tienen una incidencia directa en su calidad de vida.
El estudio, en el que han participado 95 mujeres, demuestra que conocer a otras personas que se encontraban en su misma situación y compartir la experiencia con ellas, mejoró el estado emocional con el que las pacientes llegaron a la transferencia embrionaria, aumentando las tasas de embarazo en un 16%.
En contraposición, la investigación pone de manifiesto que las pacientes que no participaron en estos grupos de apoyo, presentaron una tasa de abandono de un 30% mayor. Lo que confirma que los grupos de apoyo les aportaron los recursos adecuados para afrontar el camino hacia la maternidad con una mayor estabilidad anímica.
Para su principal autora, la doctora Silvina Viñas, psicóloga de Ginemed “atender los aspectos psicológicos puede mejorar la vivencia de los tratamientos, reduciendo el estrés y el coste emocional que implican. Esto es de suma importancia, tanto por la influencia en el logro de un embarazo en menor tiempo, como para afrontar el camino en mejores condiciones anímicas”.
Estas evidencias demuestran que en los tratamientos de reproducción asistida está involucrado el cuerpo, pero también las emociones y que éstas pueden afectar tanto a la experiencia, como a los resultados de los tratamientos.
Para la Asociación Red Nacional de Infértiles “Este estudio viene a confirmar lo que hace unos años venimos comprobando y por lo que trabajamos a diario. Compartir tu experiencia, tus miedos y tus dudas con personas en tu misma situación, hace que te sientas más acompañada y comprendida”.