Comprar en los comercios de nuestros barrios y pueblos, así como productos cultivados o elaborados en nuestra zona, tiene grandes ventajas para el medio ambiente, la sociedad y hasta para el bolsillo, pero si en estos días acudimos a ellos no debemos bajar la guardia en cuanto a las medidas de higiene y seguridad para evitar el contagio por el COVID 19.
Desde este lunes, que se inició la fase 0 del plan de desescalada, las personas consumidoras pueden hacer sus compras de manera presencial en algunos comercios y utilizar determinados servicios, como los de peluquería, estética y fisioterapia. Además también se podrán adquirir consumiciones para llevar en locales de restauración.
Los comercios pueden abrir en su horario habitual, pero el acceso de la clientela estará restringido y deberán extremar las medidas de seguridad e higiene. Además en las tiendas de ropa, la entrada a los probadores se limitará al máximo y deberán ser desinfectados después de cada uso.
En el contexto actual, la Federación de Consumidores AL-ANDALUS, en consonancia con las campañas que viene desarrollando para promocionar el consumo responsable, sostenible y de calidad como elemento de transformación social, recuerda a los consumidores algunas ventajas de realizar compras de proximidad, tanto en los comercios como de productos de su zona, como:
- Contribuir a dar vida a las calles y a fijar la población en los pueblos y ciudades, conservándose mejor el patrimonio arquitectónico, con lo que se convierten en más atractivas para los visitantes que también pueden hacer sus compras en ellas de productos locales, aportando crecimiento económico.
- La especialización y la atención personalizada son otras ventajas del comercio de proximidad, pues los responsables de los comercios, al vender sólo una serie de productos, suelen conocerlos muy bien y son capaces de aconsejar, resolver dudas concretas y ofrecer al consumidor el que más se ajusta a sus necesidades.
- Evitar el consumismo, pues si acudimos a cada establecimiento comprar algo específico es más difícil que sucumbamos a los reclamos que nos incitan a adquirir productos que no necesitamos.
- Reducir la contaminación ambiental y el consumo de combustible al prescindir los vehículos a motor para desplazarnos.
- Al ir caminando realizamos actividad física y nos relacionamos –manteniendo la distancia de seguridad- con otras personas ayudando a nuestras relaciones sociales. Todo ello redunda en nuestra calidad de vida.
- Los comercios de proximidad y tradicionales, sobre todo los de alimentación, apuestan también por los productos de proximidad. Éstos también contribuyen a fomentar la agricultura y la producción de otros artículos de nuestra zona, favoreciendo su tejido social y la creación de empleo de calidad, además de ofrecer productos autóctonos con unas características propias y las ventajas que reporta su consumo, como:
- Respeto a los ciclos de vida de plantación y maduración de los productos, pues no deben recolectarse con mucha anticipación a su comercialización y consumo.
- Menor distancia de transporte y menor contaminación de CO2
- Menor necesidad de embalaje y sobre empaquetado, pues no deben protegerse para que no se estropeen en largos desplazamientos.
- Nuestra dieta mediterránea, reconocida como muy saludable, se basa en alimentos mediterráneos, producidos, elaborados y consumidos en un entorno común.
Para evitar el riesgo de contagio por coronavirus, si necesitar acudir a un comercio recuerda:
- Solicita cita para que te atiendan.
- Acude a la hora señalada y sé puntual.
- Utiliza elementos de protección.
- Sigue las pautas de higiene y seguridad que indique el establecimiento.
- Mantén la distancia de seguridad con la persona que te atienda y en las esperas.
- Intenta no tocar más artículos o prendas que los necesarios
- Si te pruebas alguna prenda de ropa u otro artículo, indícalo para que procedan a su retirada temporal.
- Procura el pago con tarjeta.
- No permanezcas en el establecimiento más tiempo del necesario.