Señal y Camino en las Sierras de Grazalema y de Aracena.

La ruta se inicia en  el kilómetro 40 de la carretera A-372, entre las poblaciones gaditanas de Benamahoma y Grazalema. Se trata de una ruta corta de aproximadamente 8 km. de ida y vuelta, sin embargo el fuerte desnivel que hay que superar (casi 800 m) en tan poco recorrido, la hace algo difícil.

Tras cruzar una cancela, los participantes subieron por una pendiente moderada donde han colocado unas piedras a modo de escalones que facilitaban la progresión. La vegetación es abundante y está compuesta por lentiscos, mirtos y sabinas. Más adelante, la vereda se torna más suave y los participantes se adentraron en un bosque mediterráneo. Más arriba, cuando la vegetación lo permitió, pudieron contemplar una panorámica a la Sierra del Aljibe y al pantano de Bornos. En zonas más altas, los árboles van escaseando y el sendero se hace cada vez más empinado hasta llegar a la cumbre donde nuestros montañeros tuvieron que emplearse a fondo trepando en los últimos metros. Entre las formaciones kársticas, avistaron en la lejanía algunas cabras montesas que huían de la presencia humana. Desde el punto geodésico las vistas son increíbles y después de inmortalizarlas con sus cámaras fotográficas, el grupo inició la bajada con precaución ya que su fuerte inclinación y las piedras sueltas provocaron más de un resbalón sin importancia. Al ser una ruta lineal, se tomó el mismo camino que se hizo a la ida.

Por otro lado, el domingo 16 de febrero veinte senderistas hicieron la ruta Santa Olalla de Cala-Minas de Teuler por el P.N. Sierra de Aracena y Picos de Aroche, de 17 km. y 180 metros de desnivel positivo. Desde la población onubense de Santa Olalla iniciaron el sendero hacia la antigua escombrera de las Minas de Teuler donde se extrajo hierro hasta 1982. Visionaron desde abajo la corta minera inundada cuyas paredes tienen los colores del mineral, accediendo por un sendero invadido por la maleza. Era el lugar por donde, antiguamente, llegaban las vagonetas. Todavía existe algún vestigio oxidado de la maquinaria utilizada que pronto desaparecerá. Luego, la ruta vuelve a la escombrera y se desvía a la izquierda por una pista que llega al Cortijo Paco Marín. Se cruza una cancela a la derecha que da a un camino señalizado que llevará al grupo hasta al mirador de las Minas de Teuler, una vista desde arriba de la corta inundada que vieron más abajo. La vuelta a Santa Olalla se hizo por otra pista que conecta con la que llevaron a la ida, de ahí que sea circular. La ruta transcurre entre paisaje de dehesas, fincas ganaderas y olivares. Después de la ruta, subieron al Castillo de Santa Olalla recientemente restaurado, un monumento que hizo las delicias de los participantes. Las vistas desde la parte más alta no tienen desperdicio y desde allí, divisaron la ruta que acababan de hacer. El Castillo de Santa Olalla de Cala fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento el 22 de junio de 1.993.

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